Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de la fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta presentaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios. Hebreos 12:1-2
La vida cristiana se compara con una carrera, con esto en mente tenemos que considerar que no es una carrera corta, sino que es una de larga distancia. A veces, mientras corremos esta carrera, vas a sentir desánimo por las circunstancias o por lo que otros dicen de vos. Pero así como todo buen corredor tenemos que mantener los ojos en el premio, también tenemos que pensar la carrera cristiana de la misma manera. Debemos mantener en mente por quién y para quién estamos corriendo: Jesucristo. Necesitamos concentrar la mirada en Jesús!
Yo una vez leí una historia en uno de mis devocionales, en el que una cristiana que sobrevivió a los horrores de los campos de concentración de Hitler decía : "Mira hacia adentro y quedarás deprimido. Mira hacia afuera y quedaras angustiado. Mira a Jesús y obtendrás descanso"
Dios nos va a guiar hasta el fin. Él nos da esta promesa: Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente termina el día que Jesús vuelva. (Filipenses 1:6) Quedate tranqui, todos vamos a pasar por ciertas circunstancias en la que solo queremos rendirnos, pero así no es esto! Un cristiano nunca cuelga la toalla, siempre sigue adelante ;)
Además Dios tiene el control de todo, él ya sabe como va a terminar tu carrera, vos correla con paciencia y fijá la mirada en él porque nunca se va a dormir el que te guarda.
Bendiciones (:
Grooosaa!
ResponderEliminarGroso vos! muchas graciaaaaaas :D
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