Un amigo que vivió en una comunidad de ayuda para drogadictos, en la provincia de Mendoza, Argentina, me mandó por mail el siguiente relato:
"Casi todos los días llegan nuevos candidatos para quedarse en la comunidad. Llegan principalmente por problemas con la droga, pero también vienen por pobreza o rehabilitación carcelaria; muchos de ellos llegaban con sida. Hace unos días llegó la policía con un joven que daba miedo. Yo estaba encargado en ese momento y lo dejaron en la sala de espera para que le hiciera la internación. El muchacho estaba todo sucio y harapiento. Pero lo que más me impresionaba eran sus ojos brillosos y perdidos. Por su manera de mover la cabeza notaba que estaba nervioso y fuera de sus cabales. Cuando la policía dejó el lugar me quedé muy asustado al ver a este despojo humano, que por unos segundos fijó sus ojos en los míos. YO SABÍA QUE TENIA QUE AYUDARLO, de modo que me acerqué a él con cuidado. Ocurrió algo increíble: al saludarlo sentí que debía abrazarlo, y aunque suene extraño, lo hice. Entonces sucedió algo más extraño. Al abrazarlo, él también me abrazo fuerte y pude sentir su corazón. En ese instante me vino una sensación todavía más extraña. Pensé que él era Jesús, y tuve que ver su cara nuevamente.."
Mi amigo tiene razón. Cuando Jesús describió el día del juicio, dijo:
Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Por que tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron. Y le contestarán los justos: Señor ¿Cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos? El Rey les responderá: Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aún por el más pequeño, lo hicieron por mí.
Mateo 25:34-40
Mensaje del Pastor de jóvenes Lucas Leys.
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