martes, 4 de septiembre de 2012

Santiago 1:21-25

Así que quiten de su vida todo lo malo y lo sucio, y acepten con humildad la palabra que Dios les ha sembrado en el corazón, porque tiene el poder para salvar su alma.
Pero no solo escuchen la palabra de Dios, tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos. Pues si, escuchas la palabra pero no la obedeces, seria como ver tu cara en un espejo: Te ves a ti mismo luego te alejas y te olvidas como eres.
Pero si miras atentamente en la ley perfecta que te hace libre y la pones en practica y no olvidas lo que escuchaste, entonces Dios te bendecirá por tu obediencia.

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